lunes, 19 de marzo de 2012

2 escuelas = 2 ciudadanos



Por: Laura Rodríguez Velamazán
La educación es el banco de nuestras esperanzas. En ella están depositadas todas nuestras expectativas de mejora, tanto sociales como personales. Para los mexicanos, no serán los políticos quienes mejoren el país, sino las escuelas…  Pero la pregunta es ¿qué escuelas?
El sistema educativo de nuestro país está polarizado: escuelas públicas y privadas son mundos cuasi opuestos donde se forman dos tipos distintos de niños, y por tanto ciudadanos con diferentes oportunidades.
Mediante la realización del estudio Los Niños y su Mundo que LEXIA realiza cada año desde el 2005, pudimos identificar las enormes diferencias que existen entre las escuelas públicas y privadas, y entre los niños que allí se forman.
Partimos de modelos de aprendizaje muy diferentes:
•    En las escuelas privadas construyen y aprenden, poseen un rol activo en la enseñanza y la escuela los involucra en el proceso de aprendizaje.
•    En las escuelas públicas viven un rol pasivo, una enseñanza “tradicional”, donde la escuela se vuelve un espacio emisor de información, y la evidencia del aprendizaje se limita a la reproducción. A esto hay que añadir las carencias de estas escuelas: inseguridad, falta de higiene, instalaciones precarias, escasez de material….
Así, los niños que se forman en mundos tan distintos, se muestran sumamente diferentes:
    •    Niños de escuela privada: Un niño más aniñado a quien se le ha enseñado a exigir, que se prepara para ser EL MEJOR y que sabe que lo puede lograr.
Nos gusta que nos enseñen inglés, para que cuando vayamos a estados unidos entendamos lo que nos dicen y podamos ser ricos y ganar mucho dinero. (Niñ@s, 1º a 3º, Escuela Privada, DF).
•    Niños de escuela pública: Un niño más astuto que está aprendiendo a sobrevivir, que se conforma con ser ALGUIEN EN LA VIDA y con no estar peor de lo que está.
La gente que no estudia son pepenadores o barren calles (Niñ@s, 1º a 3º, Escuela Pública, VHSA)
En “El sueño de los mexicanos”, estudio que realizamos para la revista Nexos en 2011 en colaboración con Gaussc, vimos cómo México no tiene un sueño claro, único, explícito, que sirva de guía y encamine los esfuerzos de todos los mexicanos…  Pero si en algo coincidimos todos es en considerar a la educación como la llave de todas las soluciones.  En este sentido, brindar una educación valiosa a la siguiente generación será una forma de asegurar un mejor futuro para el país.
Nuestra escuela es pública (90% vs. 10% privada) pero son los de las escuela privada los que obtienen los mejores resultados y oportunidades.
Ir a la escuela, estudiar y aprender debiera ser el mejor camino para salir adelante, para progresar social, económica y cívicamente, sin embargo este camino es muy diferente para los alumnos de las escuelas públicas y privadas de nuestro país.
Dos mexicanos y dos caminos. Un modelo educativo basado en la transmisión acrítica de información contra otro que se esfuerza poco a poco por desarrollar las capacidades de aprender a aprender entre los alumnos, convierte a la escuela mexicana en un mecanismo de reproducción de las diferencias sociales en lugar de un espacio para la igualación y la movilidad social.
Como lo muestra nuestro estudio, esto lamentablemente crea dos mundos para la niñez, mundos que no se tocan ni en los modelos educativos ni en Facebook y menos en los parques y plazas. Estos dos tipos de niños no se educan igual, no chatean entre si y no juegan juntos. El resultado es una sociedad que se sigue fragmentando desde su base. Así … ni de panzazo.

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