sábado, 20 de noviembre de 2010

jueves, 18 de noviembre de 2010

Seis consejos para enfrentar las malas noticias

Vale Villa


El blog de Vida en Prodigy MSN con Vale Villa
¿Cuál quieres primero? ¿La buena o la mala? A nadie nos gustan las malas noticias y últimamente en este país, son las que abundan, abruman y aplastan. Leo a los articulistas de opinión de diferentes corrientes ideológicas en pugna por cuál es la mejor actitud que habría que asumir frente a tantas muertes, desgracias, inseguridad, corrupción e injusticias.
Algunos dicen que las cosas nunca habían estado peores. Otros que antes la situación estaba bajo control aunque no estábamos bien como país. Los más optimistas dicen que son unos fatalistas aquellos que sólo se enfocan en las dificultades del país y que hay muchas cosas que están funcionando bien.
Sin duda, la situación es muy complicada. 100 muertos tan sólo la semana que acaba de concluir... y mejor ya no hablamos del número total de muertos en lo que va del año. Es evidente que el gobierno ya no sabe qué decir ni qué hacer. Declaraciones desafortunadas de Calderón, buscando culpables, sacando a relucir hasta a su compañero de partido Vicente Fox y diciendo que los asesinos parecen haberse vuelto locos... ahora resulta que todos son psicópatas en libertad...
Pero tampoco estamos seguros de qué habría pasado si el panismo no hubiera llegado a la presidencia. No sabemos si esto que hoy vivimos y que muchos intentamos entender hubiera pasado de todos modos, sin importar el color del partido en el poder. Yo pienso que sí, que tarde o temprano el poder del narcotráfico, las pocas opciones de las clases populares y la corrupción de la policía y del gobierno, problemas que arrastró el priismo durante décadas, iban a explotar.
Lo mío, obviamente, no es el análisis político. Lo mío, es la conducta humana, sus motivaciones, las emociones, los mecanismos de defensa y las diferentes formas en las que podemos contar la historia de nuestra vida. Y pensé, (gracias a una amiga de Twitter que pidió: "Vale, aviéntate un tema sobre cómo sopesar la vida en este México, sin que las pésimas noticias nos mermen la paz no?") en escribir algunas alternativas para enfrentar una realidad que no podemos dejar de ver ni subestimar. Un entorno que nos estalla todos los días en la cara y nos obliga a generar conductas adaptativas, actitudes nuevas, pero sobre todo, que nos pide urgentemente que salgamos de la zona de confort.
Primero: Culpar al gobierno es una reacción entendible pero no soluciona nada. Calderón nos podrá caer bien o mal, pero echarle toda la responsabilidad es de una miopía intelectual muy grande. El problema del país es sistémico y no responsabilidad de un solo hombre, por más maligno o inepto que nos parezca.
Segundo: Dejar del todo de leer el periódico y escuchar los noticieros de radio y televisión no es buena idea. La realidad está ahí y no desaparece. Lo que sí podemos hacer es elegir lo que vemos, lo que leemos y lo que escuchamos y no tragarnos todo lo que nos dan. Hay que seleccionar a quién leer, a quién oír y a quien ver. Y no creerlo todo, porque no siempre se trata de elementos confirmados, y a veces la información tiene más que ver con luchas de poder entre medios que con la verdad. Ser selectivo, en general, siempre sirve para vivir mejor.
Tercero: No permitirnos criticar ningún acto de corrupción si en nuestra vida cotidiana somos parte del problema, aunque se trate de pequeñas acciones. Si evadimos impuestos, compramos piratería, nos metemos en la fila para ganarle el lugar a alguien que está esperando o faltamos a nuestro trabajo mintiendo sobre las razones, creo que no podemos atrevernos a decir absolutamente nada. Es este el momento de ser intachables.
Cuarto: Hay muchas iniciativas ciudadanas que buscan aportar algo al país. Causas políticas, sociales, ecológicas y humanitarias. Decir "hagamos algo" no soluciona nada. Hay que incorporarse activamente a la que más nos enamore y comprometernos. A nadie le sobra el tiempo. El heroísmo es justamente sacar la valentía, las ganas y la motivación cuando parece que no nos cabe nada más en la agenda.
Quinto: Muchos proponen como solución rescatar a la familia y sus valores como célula básica de la sociedad. Lo hemos leído tanto que ya no nos dice nada esta idea. Pienso a veces: ¿De qué valores hablan? Cada clase social, grupo cultural, étnico o regional tiene sus propios valores. ¿Al hablar de familia hablamos de familia nuclear, heterosexual, con uno o dos hijos, con ideales aspiracionales de consumo burgués? Familia es muchas opciones, muchas formas de vivir la vida, muchas elecciones humanas. Ojalá nuestros "ideales" sociales fueran más incluyentes y menos sectarios. Como terapeuta tengo contacto con todo tipo de personas, parejas y familias. Todas merecen mi respeto. Todas tienen diferentes formas de concebir el mundo y sus vidas. Todas quieren ser felices, pero la felicidad se ve diferente para cada una. La tolerancia, o mejor dicho, el profundo respeto y aceptación por las diferencias individuales es otra cualidad humana que deberíamos trabajar cada día si queremos un país mejor.
Sexto: El optimismo o el pesimismo per se, no son posiciones inteligentes. Buscarle siempre lo bueno hasta lo peor puede ser más un mecanismo de negación que una actitud deseable. No se trata de optimismo a ultranza. El otro día dije que a veces pensaba que México estaba jodido y varios se me fueron a la yugular. Tienen derecho sin duda, pero la verdad, yo también tengo derecho de sentir y pensar eso a veces y no quiere decir que no ame a mi país o que me esté deslindando de responsabilidad personal cuando digo que México está jodido.
Los consistentemente pesimistas tampoco son muy inteligentes ni muy agudos para captar la realidad porque su único sistema es destruir absolutamente todo lo que pasa en el país. Entonces la opción de ver alguna bondad en ciertas cosas, les es prácticamente imposible. Me acuerdo de un crítico de cine que escribía hace como 25 años para una revista que circulaba en la Ciudad de México. Todas las películas le quedaban chicas, todas eran una porquería; no había manera de confiar en él, porque todo estaba mal. Los extremos se tocan. Cuidado con ellos.
Quiero terminar mencionando algo que se llama Sistema Psicoinmunológico y que consiste en lo siguiente: por más trágica que sea la realidad y lo mucho que nos impacte negativamente, tenemos la capacidad de reponernos a lo que sea y volver a la normalidad emocional con el paso del tiempo. Esta coyuntura terrible de nuestro país no puede durar para siempre. Estoy segura de que podremos solventarla, pero no por optimista irracional, sino porque la historia de otras naciones lo comprueba. Huracanes, golpes de estado, regímenes militares, terrorismo y guerras civiles o étnicas. En todos los casos, la reconstrucción de un país se ha probado posible. No tenemos el monopolio del dolor y podemos ver cómo muchas otras naciones han sobrevivido y salido adelante de las peores circunstancias. Seamos solidarios. Mostremos interés y humanidad en nuestros pequeños grupos de convivencia: con nuestra familia, pareja, compañeros de trabajo, vecinos y hasta compañeros de tráfico en la hora pico; siendo amables, respetuosos, sonriendo a pesar de todo y ayudando. El poder del amor es muy grande. Amemos a los nuestros, locamente, comprometidamente. Y eso incluye a todos los mexicanos.

Mitos de la Psicología Pop

Mitos de la Psicología Pop

Por Vale Villa
El blog de Vida en Prodigy MSN con Vale Villa
La psicología como ciencia y la psicoterapia como práctica clínica basada en la teoría y en la experiencia tienen sus limitaciones. Quizá perdemos esto de vista en parte por culpa de la psicología pop que, a través de libros de autoayuda, "gurús" de la salud mental y sitios de internet diseñados al vapor, ofrecen soluciones mágicas, decretan verdades de qué es lo saludable para amar, educar hijos, enfrentar la muerte de un ser querido, tener un autoestima alta, etc. La psicoterapia seria no tiene nada que ver con recetas, con arreglos rápidos ni con decirle al paciente lo que tiene que hacer. Se trata más bien de una invitación a la reflexión , a la autoconfrontación, al descubrimiento de la propia historia, al autoconocimiento profundo y al desarrollo de habilidades para enfrentar la vida de una mejor manera de modo particular y artesanal, no masificado.
La psicología pop está conformada por una serie de conceptos erróneos sobre la mente y la naturaleza humana. Este año, la editorial Wiley Blackwell publicó el libro de Lilienfeld, Lynn, Ruscio y Beyerstein llamado "50 Great Myths of Pop Psychology" (50 grandes mitos de la psicología pop). Les comparto un pequeño resumen del libro que aún no está traducido al español ni es posible encontrarlo en nuestro país, con una sola idea en mente: no hay que tragarse todo lo que escuchamos ni todo lo que leemos. A continuación, seis de los mitos más populares.
Mito 1: Es saludable expresar el enojo
66 por ciento de una muestra de universitarios opinó que expresar el enojo sirve para disminuirlo. El origen de esta idea es remoto; Aristóteles sostenía que ver tragedias en el teatro, ayudaba al pueblo a generar catarsis (limpieza del enojo y otras emociones negativas). La idea de que el enojo que no se expresa envenena el cuerpo y la mente es muy popular. Las investigaciones de 40 años prueban, sin embargo, que expresar el enojo, lo amplifica. Contraatacar a quien nos ha insultado y participar en deporte agresivos, aumenta el monto de hostilidad personal. La opción sería no hacer nada con el enojo, que es una emoción de corta duración y que desaparece sola. No necesitamos "hacerle" nada. Tal vez el autocontrol, esperar a que se nos pase y abandonar la escena donde se generó sean opciones más adecuadas. Tal vez somos autocomplacientes y decidimos enojarnos con algo o alguien por tiempo indefinido. Nos obligamos a seguir enojados. Los científicos que estudian las emociones destructivas dicen que la vida emocional adulta sería muy diferente si aprendiéramos desde niños a recuperarnos más rápido del enojo.
Mito 2: Los estilos de enseñanza tienen que adaptarse a los estilos de aprendizaje
De 1970 a la fecha no se ha podido comprobar que empatar el estilo de enseñanza con un tipo particular de aprendizaje realmente ayude a aprender mejor. Los estudiantes aprenden de diferente manera dependiendo de sus circunstancias como la edad, la materia que estudian, su estado de ánimo, etc.
Lo que sí se ha comprobado es que depositar expectativas altas en los estudiantes, trabajando en la motivación y en el desarrollo de habilidades para conseguirlas, sí genera mejores resultados en el aprendizaje. Es tan importante que el estudiante conozca sus habilidades como sus deficiencias. Enfrentarse con ellas, le permite aprender a compensar.
Mito 3: El pensamiento positivo cura el cáncer
Entre 40 y 65 por ciento de los sobrevivientes de cáncer creen que la enfermedad se originó por estrés. Entre 60 y el 94 por ciento piensa que libraron la lucha contra el cáncer gracias a su actitud positiva.
Sin embargo, la mayoría de los estudios no han encontrado conexión alguna entre el riesgo de padecer cáncer y el estrés y las emociones negativas. La mitología sobre el pensamiento positivo (sanar el cuerpo a través de la mente) no tiene ninguna base en la investigación. Los estudios afirman que es más útil mostrar un "realismo vigilante" en lugar de tratar de ser positivo a toda costa, negando los sentimientos de enojo y tristeza bajo una máscara de alegría falsa. Estos hallazgos cuestionan la utilidad médica de los grupos de autoayuda que no extienden la esperanza de vida del enfermo. Lo que sí pueden reforzar es una mejor calidad de vida para el paciente con cáncer. Estos pacientes pueden encontrar resguardo y alivio en el cuidado médico y psicológico de calidad, conectar con la familia y los amigos, encontrar significado y propósito y tener la certeza de que sus actitudes, emociones y experiencias estresantes, no son culpables de su enfermedad.
Mito 4: Un solo trago, es una recaída
Este es el lema de Alcohólicos Anónimos (AA) en Estados Unidos. Uno de los 12 pasos de este grupo de autoyuda es que sus miembros se reconozcan impotentes ante el alcohol. Sin embargo, 75 por ciento aproximadamente abandona al grupo los primeros tres meses. Solo 20 por ciento que se queda logra la abstinencia total del consumo de alcohol. Se ha encontrado que "beber con moderación y control" también es una alternativa, sobre todo cuando no se trata de dependencias severas, larga historia de consumo abusivo y múltiples problemas físicos y psicológicos causados por el alcohol. En estos casos, la abstinencia es lo recomendable. El consumo moderado se recomienda para quien ha fallado repetidas ocasiones en abstenerse del todo. El programa de aprendizaje para la moderación incluye conocer los propios límites, reconocer situaciones particularmente riesgosas, estrategias para consumir menos, etc.
Mito 5: Mientras más viejo, más triste
65 por ciento de los estudiantes universitarios de psicología piensan que la mayoría de los viejos están solos y aislados y otro 65 por ciento piensa que la depresión es más frecuente en viejos que en jóvenes. Esto se asocia con estereotipos culturales promovidos en revistas, películas, programas de televisión, etc. La investigación, sin embargo, muestra que las tasas de depresión son más altas entre los 25 y los 45 años de edad y el grupo más feliz ronda los 65 años. Hombres y mujeres entre los 60 y los 80 años, siguen interesados en el sexo y muchos siguen siendo sexualmente activos. Las habilidades cognoscitivas, como inteligencia general y habilidad verbal (esto es especialmente cierto entre historiadores y escritores) se conservan casi intactas si no se presentan enfermedades neurológicas.
Mito 6: Existe un curso universal para enfrentar la muerte
Todos sabemos que existen cinco etapas para enfrentar la muerte propia o la de los otros. Esta teoría la propuso la psiquiatra Kubler- Ross en los años sesenta. El orden en que se presenta la negación , el enojo, el regateo, la depresión y la aceptación puede variar. Puede no presentarse depresión ante la muerte de alguien muy querido aunque nos parezca increíble; puede tomar más tiempo del que se considera "sano" para duelear a alguien que se amó profundamente. Es decir, la forma de enfrentar la muerte que cada persona tiene es irrepetible.
Si analizamos, reflexionamos y cuestionamos las "verdades" culturalmente dominantes, vendidas masivamente a través de los medios de comunicación electrónicos e impresos, estaremos en condiciones de vivir mejor informados, derribar mitos y tomar decisiones mas concientes.

jueves, 11 de noviembre de 2010