viernes, 24 de agosto de 2012

Khan Academy: Un nuevo universo de posibilidades

por Blanca Heredia
 
Sal Khan, bengalí-indio-americano de 35 años, empezó a cambiar el mundo hace 8 años desde la sala de su casa. Su primita Nadia tenía problemas en la escuela con matemáticas. Sal decidió darle clases a distancia por las noches, al terminar su jornada de trabajo como analista financiero. Su éxito con Nadia llevó a otros primitos a pedirle a Sal que los apoyara. Para ahorrar tiempo, Sal comenzó a grabar y a subir a YouTube una serie de videos cortos muy sencillos (voz en off, esquemas y números en un pizarrón) en los que explicaba conceptos fundamentales de matemáticas.
Sal le fue agregando otros componentes a sus tutorías: un programa para generar problemas matemáticos que, de forma automática y personalizada, iba elevando sus niveles de complejidad, y un sistema para registrar, entre otros, cuántas veces miraba un alumno cada video, cuánto tiempo le tomaba resolver problemas de un cierto tipo y dónde se atoraba cada quien.
Se corrió la voz. Los videos de Sal en YouTube atrajeron a muchos otros alumnos para quienes la forma convencional de enseñar matemáticas en sus escuelas resultaba frustrante, desalentadora e ineficaz. La ola fue creciendo y en 2006, dos años después de haber comenzado a tutorear a Nadia, Sal funda Khan Academy. Esa institución, sin fines de lucro y con un fuerte apoyo de la Fundación Gates, es hoy la escuela virtual, de acceso libre y gratuito, más grande del mundo.
¿Quieres aprender a sumar? ¿Quieres entender la primera ley de Newton? ¿No tomaste cálculo y te urge aprenderlo? Ve a www.khanacademy.org y aprende lo que necesites a tu propio paso. Gracias a Sal Khan, todo aquel (desde una niña de primaria hasta un adulto mayor) que sepa inglés y tenga acceso a una computadora con Internet, puede obtener contenidos educativos de primera, presentados de forma simple y amena. Por el momento, Khan Academy ofrece contenidos educativos de altísima calidad, fundamentalmente en matemáticas, ciencias, economía y finanzas, pero ya está trabajando en expandir las áreas de conocimiento incluidas y el número de idiomas en los que se distribuyen.
Khan Academy constituye un atisbo del futuro posible para todo lo relacionado con el mundo de enseñar y aprender. En ese universo, muchas de las restricciones centrales de la educación tradicional dejan de serlo. Por ejemplo, la escasez de docentes excelentes, deja de ser un problema; el costo gigante de personalizar el proceso educativo a fin de que responda a los perfiles de aprendizaje de cada alumno, cae de forma vertical. El mundo de Khan vuelve lo escaso abundante, pero obliga también a repensar roles, rutinas e ideas que durante siglos hemos pensado inamovibles. En este mundo posible en el que todos podemos aprender accediendo gratuitamente o a un costo mínimo y a nuestro ritmo a los mejores contenidos y maestros imaginables, los maestros “presenciales” no pierden su valor, simplemente tienen que hacer otras cosas, tales como: enseñar a sus alumnos a aprender por sí mismos e impulsarlos a rebasar sus propias fronteras.
¿Qué tendríamos que estar pensando y haciendo en México para aprovechar, a favor de una educación de calidad para todos, este nuevo universo de oportunidades y posibilidades?
bherediar@yahoo.com
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