jueves, 2 de junio de 2011

Alumnos turno vespertino: altos niveles de reprobación y deserción: CIDE


Un estudio del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) revela que los alumnos que asisten a las escuelas primarias en el turno vespertino presentan, en comparación con quienes acuden por la mañana, un menor desempeño académico, así como altos niveles de reprobación y de deserción.

La investigación denominada “Escuelas de doble turno en México” compara el desempeño escolar de los alumnos de los turnos matutino y vespertino de 14 mil escuelas del país. Los resultados indican que los estudiantes de horario vespertino poseen altos niveles de reprobación, sobre todo en disciplinas como matemáticas y español.

El doctor Sergio Cárdenas Denham, investigador del CIDE y líder del estudio, observó una correlación entre quienes reprueban y quienes tienen mayor edad, es decir, aquellos estudiantes que se ubican por encima del promedio adecuado para cursar la primaria (ubicado entre 6 y 12 años): ese grupo representa 15 por ciento de la población estudiantil vespertina.

Este factor, consideró el especialista, también puede estar relacionado con la deserción, pues quienes abandonan su educación básica en el turno de la tarde, suman cerca de 4 por ciento más que quienes acuden por la mañana.

Cárdenas Denham comentó que los resultados evidencian cómo se distribuyen las oportunidades de educación en el país y, por tanto, la ausencia de un programa efectivo de rendición de cuentas en el Sistema Educativo Nacional, un concepto asociado a la medición del aprendizaje.

A decir del titular del proyecto, la carencia de un sistema de rendición de cuentas del conocimiento obtenido en las aulas tiene razones de tipo presupuestal, técnicas de aprendizaje y enseñanza, entre otros causas.

Así, con el fin de determinar el rezago educativo nacional, se tomaron en cuenta los indicadores de cinco áreas básicas: acceso y tránsito de los alumnos en el sistema, es decir, la posibilidad de que un estudiante asista a la escuela en un determinado grado escolar; logros, características, así como recursos materiales y humanos disponibles en las escuelas, explicó el especialista.

Con base en estos parámetros obtenidos en el periodo de 1998 a 2006, se compararon los turnos matutino y vespertino de 14 mil escuelas que comparten las mismas instalaciones y, en una segunda etapa, realizaron un seguimiento preciso en al menos 80 escuelas de San Luis Potosí, así como una encuesta representativa a docentes de esta entidad.

En la primera etapa del estudio, detalló Cárdenas Denham, emplearon datos proporcionados por la Secretaría de Educación Pública (SEP) a través del Sistema de Consulta de Resultados de la Prueba ENLACE aplicada en 2006 y 2007 a más de ocho millones de niños y jóvenes de tercero a sexto grado de primaria y tercero de secundaria, mientras que en una segunda fase sólo se aplicaron encuestas.

Las cifras arrojadas indicaron que el problema en alumnos de mayor edad está asociado a factores como iniciar a destiempo sus estudios, escasos ingresos familiares, o bien por una constante reprobación que los obliga a quedarse rezagados.

Sin embargo, destacó el experto del CIDE, existe una práctica muy arraigada en las autoridades de la escuela matutina, ya que aquel estudiante que no acredita el grado escolar es enviado automáticamente a continuar sus estudios por la tarde, lo que es “una opción atribuida a sanciones por su bajo desempeño”.

El doctor en Educación por la Universidad de Harvard explicó que conforme este ejercicio crece, otro aumenta: la deserción, una causa de riesgo para ampliar los niveles de inasistencia y, con ello, provocar una segregación de la educación básica.

Sobre la tasa de reprobación en las materias de matemáticas y español, Cárdenas Denham indicó que la familia y la escuela son las principales causas. “En el hogar, la diferencia reside en situaciones socioeconómicas, pues con base en los ingresos y el nivel educativo de los padres, estos menores serán impulsados a concluir una educación superior”.

Entre otros factores que advierten sobre los bajos resultados de las asignaturas relacionados con las aulas de educación vespertina, señaló que existen más niños que computadoras, menor material de lectura; asimismo, los maestros tienen pocas expectativas hacia sus alumnos, insuficiente preparación y se encuentran en condiciones para jubilarse.

El especialista del CIDE, institución que pertenece al Sistema de Centros Públicos de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), concluyó que este análisis contribuye a visualizar la desigualdad existente en el sistema de educación pública. “Es como un dálmata, en cada mancha existen más espacios oscuros”, agregó.   VISTO AQUÍ

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